Este domingo salimos a tomar baños del bosque con Andrés Martín, fundador del Instituto esMindfulness, y Francesc Miralles, co-autor del libro Shinrin-Yoku: el arte japonés de los baños de bosque. Hemos pasado una mañana y un mediodía hermoso, acompañados de los pájaros y otras criaturas del bosque, lejos de los coches, y muchos ratos sin intercambiar ninguna palabra con los compañeros.

Practicamos el mindfulness, la presencia plena en todos nuestros sentidos: olíamos el aire dulce con sabores de las hierbas del campo, disfrutamos de la belleza de las flores de todos colores y, sobre todo, de la visión infinita del verde acojedor; dejamos que el sol tocara (y quemara) nuestra piel y que la acariciara las bocanadas frescas de aire; llenamos nuestros oídos con los cantos maravillosos de los pajaritos, con el susurro suave del arroyuelo escondido…

¿De dónde viene este nueva tendencia y en qué consisten los baños de bosque?  Y ¿para qué sirve?

En el artículo de la revista Integral nº 461 del mes anterior (mayo) hablamos de la medicina de los bosques, cuyos efectos están estudiados en los últimos 30 años, sobre todo en Japón. Espero que os guste este descubrimiento, y si queréis saber más sobre los baños del bosque, la filosfía del wabi-sabi y el arte de disfrutar del juego de la luz y las sombras entre las hojas de los árboles, os recomiendo el libro de Héctor García y Francesc Miralles.

Si tenéis ganas de practicar, buscad los bosques centenarios de vuestra proximidad y perdeos en ellos en el próximo fin de semana.

Bajo el artículo encontraréis unas fotos de nuestra excursión.

¡Felices baños del bosque, queridos!